Ser asertiva es aprender a decir No sin sentirnos culpables. Aprender a decir NO es una necesidad, es expresión de nuestro valor como seres humanos, nuestro valor como mujeres y de nuestra libertad. Ser asertiva es saber decir no sin culpas o autocondenas. No es un acto egoísta. Es, como expresa Walter Riso, Cuestión de dignidad. Tú tienes derecho a tus espacios, tus gustos, opiniones, decisiones y equivocaciones. Y una manera muy sencilla de manifestar todo eso es aprendiendo a decir No.
En muchas ocasiones nos enfrentamos a sentimientos ambivalentes sobre una decisión que debemos tomar. Sabemos que lo mejor para nosotras mismas es decir que no. Expresamos internamente nuestro deseo y estamos seguras que es la mejor opción posible, sin embargo al exteriorizar ese No, nos sentimos culpables, y permitimos que los demás refuercen ese sentimiento de culpa. Nos llamamos a nosotras mismas egoísta y empezamos a cuestionar y a racionalizar nuestra decisión, nuestro comportamiento e inclusive nuestro derecho. Si nuestra inseguridad es muy grande, nos miramos desde unos lentes de jueces y jurados, donde la imparcialidad brilla por su ausencia y somos auto-condenadas antes de presentar el caso.